El sufrimiento nos humaniza…nos hace reconocer que no somos perfectos….ante un gran dolor nos quedan dos caminos: nos desesperamos o nos sirve para fortalecernos y superar nuestros propios límites.-
El dolor y el sufrimiento preparan y fortalece nuestra alma para así poder mejorar nuestra vida espiritual.-
Hay un refrán que dice :” Lo que no te mata te fortalece”…y …sí…es así, si viviéramos permanentemente en una vida cómoda y apacible …entraríamos en un letargo de comodidad, en cambio el sufrimiento despierta ese letargo, haciendo que nazcan nuestras ganas de luchar y enfrentar la vida con fe y esperanza.-
El sufrimiento hace más puro y generoso el amor…transitamos por la vida amando y sufriendo…pero viviremos mejor poniendo más énfasis en el amor que en el sufrimiento.-
El dolor nos acerca más a Dios…si es que entiendes porque lo sufres…..nos purifica….aceptémoslo como un acto de purificación hacia una vida espiritual más plena.-