Mi Hijo ¿El Discapacitado?

Quería escribir éstas vivencias para vos mamá que tenes un hijo como el mío y a vos mamá que no lo tenes, para que nos entiendas.- En primer lugar quiero darle las gracias a Dios por haberme dado éste hijo maravilloso.-

Carlos Miguel nació con Síndrome de Down, después de mis dos hijas, y te confieso que cuando lo tuve en mis brazos lo quise con toda mi corazón, pero no sabía como tenía que hacer para criarlo. Tan segura estaba cuando nacieron mis hijas… y en ese momento pensé ¿que debo hacer? Por eso a lo mejor éstas lineas te ayuden. Consulté con un médico amigo y me dijo: ”El único remedio que hay para éstos chicos es EL AMOR.- Mi hijo creció muy querido por todos, si bien debió hacer estimulación temprana, todo fue hecho con mucho AMOR y él nos lo devolvió por miles. Nos enseñó a dar sin esperar nada a cambio y nos hizo conocer el AMOR en su estado mas puro. Es una bendición tenerlo entre nosotros. Siempre pienso que Dios nos premió con un ángel en nuestra casa. Nos llena de alegría todos los días, el verlo crecer y esforzarse en todo, siempre atento a las necesidades de los demás, nos hace sentir que no es un discapacitado sino un gran capacitado para dar AMOR y lo mejor de sí mismo.-
No pienses que es un castigo tener un hijo así, sino todo lo contrario, es una bendición de Dios. Hoy Carlos Miguel aprendió a leer y a escribir y canta ópera (su ídolo es Pavarotti) y no importa hasta donde lleguen sus conocimientos, lo único que quiero para él es que sea feliz y gracias a Dios lo es, e ilumina nuestro hogar con su dulce y angelical presencia.-
Adelina Riportella

La Familia

Por desgracia hoy estamos perdiendo el concepto de FAMILIA, antiguamente cuando una pareja se encontraba en dificultades en su convivencia pedía ayuda y luchaba por mantener el vínculo.-
Hoy ante el primer desencuentro se separan, sin tener en cuenta el sufrimiento de los hijos pequeños, que en definitiva son los quemas sufren.-
De la represión de una época anterior se pasó al libertinaje. Quiera Dios que encontremos ese punto medio que tanta falta le hace hoy a las familias. Hay casos especiales que a veces no hay más remedio que la separación física, ya que se torna imposible la convivencia y eso le hace daño a los chicos, pero son los menos, ya que muchos no saben de la gran capacidad de amar y comprender al otro que poseen.-
Solo hay que mirar al interior y buscar a ese hombre o mujer de corazón grande y comprensivo que sepa perdonar y ayudar, en una palabra AMAR.-
Adelina Riportella